Ponemos expectativas en la gente, y sentimos que el hecho de quererlos los obliga a cumplir al pie de la letra dichas expectativas, que sean atentos, que sean amables, que sean incondicionales, que sean básicamente perfectos, sin embargo, al primer atisbo de la otra persona de querer transformar nuestra esencia, es una aberración o tomado como un atrevimiento fatal. Vivimos en una era en donde se nos invita a que seamos únicos y auténticos, sin embargo, observo con mucha preocupación que seguimos el mismo patrón ideológico, solo que maquillado de “contemporaneidad”, se disfraza de novedad lo que anteriormente era algo que se daba por sentado. La responsabilidad afectiva es una tendencia en la que se nos estipula el correcto manejo de nuestras emociones y la comunicación abierta y sincera. A grandes rasgos, es algo que es bastante correcto, expresar de manera clara y correcta lo que esperamos de cualquier relación, y está en nosotros el aceptar o no las con...