Siempre
ando reflexionando, me gusta hacerlo, porque me formó mis propios criterios y a
su vez, creo mis propias reglas.
Una
de ellas es… NO ES A HUEVO.
¿Qué
quiero decir con esto?
No
hagas nada que no sea con tu consentimiento. Y esto no se lo digo únicamente a
las mujeres, lo digo en general.
Vamos
por la vida cumpliendo expectativas, elegimos la carrera conforme a lo que
nuestros padres desean de nosotros, escogemos nuestros gustos a la medida de
nuestros amigos, tratamos de ganar respeto honrando a los demás, que se nos
olvida algo sumamente importante: en la intimidad de nuestra soledad, quien va
enfrentar las consecuencias de estas decisiones, somos nosotros mismos.
Tú y
solo tú serás el que ejerza esa profesión, no lo harán tus padres, tú serás el
escuche esas canciones que a los demás le pueden parecer geniales, pero que en
ti no despierta ninguna mínima emoción, y es completamente válido no estar de
acuerdo.
Es
ahí cuando empiezas a formar tus criterios, pero tocaré ese tema después.
Pero
mi regla de NO ES A HUEVO, no sólo rige mis decisiones a través de mis propios
deseos, sino que estas decisiones no cumplen los caprichos de alguien más.
Y es
que me he topado más de una vez con gente que ha querido imponer sus deseos muy
en contra y por encima de mis deseos. Hay que hacer una importante diferencia
en lo que es tomar en cuenta las opiniones de los demás (porque se aprende de
ellos, no eres erudito mi cielo, no te las sabes de todas) y otra bien distinta
obedecer la voluntad de alguien más.
Ahora,
y quiero hacer hincapié, en ese otro lado de la moneda.
NO
ES A HUEVO, que la gente haga lo que tú quieres. Puedes compartirles tus
opiniones, puedes orientarle bajo tus experiencias, pero, NO ES A HUEVO, que la
gente te obedezca.
Otra
bien importante, y me estoy metiendo en terreno peligroso, NO ES A HUEVO, que
la gente te deba corresponder en tus sentimientos, sean cual sean, ya sea que
te guste alguien y tu desees que, A HUEVO, la persona te corresponda. O que tu
consideres a alguien tu mejor amigo, pero la persona no te tiene en el mismo
grado de estima, y no porque tú lo sientas, debe ser correspondido de manera
obligatoria.
Tus
deseos, tus sentimientos, son tuyos, son tu responsabilidad, no se la delegues
a nadie más.
No
permitas que nadie te obligue a cumplir algo que nunca ha sido tu
responsabilidad.
Hacer
las cosas por compromiso o por obligación solo genera grandes conflictos y
ninguna de las partes queda satisfecha.
Las
cosas hechas con gran amor y veracidad son más fuertes que una falacia
sostenida.
Soy
Mezzy Gozo, esta es mi lección aprendida, ¿Cuál es la tuya?
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